viernes, 23 de enero de 2015

Miércoles 21 de enero: Nuevo Nativitas, Caltongo, El Paraíso, Apatlaco, Lago de la zona núcleo del ANP.

Hoy fue un día largo, una mezcla de cumpleaños con un recorrido de precampaña con Erik Izquierdo a las zonas más vulnerables de Xochimilco.

Desde los embarcaderos olvidados como Nuevo Nativitas, Las Flores, Caltongo, donde no existe inversión o proyección turístico sustentable alguno, con riesgo de perder el agua incluso, ya no hablemos del mote de "Patrimonio de la Humanidad". Luego pasamos por uno de los barrios o asentamientos olvidados de la ciudad, sin servicios y en medio de canales de aguas negras sin atención o servicio público alguno, "El Paraíso", detrás del barrio Caltongo. Un olor penetrante de aguas negras sumado a la inexistencia del gobierno le hacen dudar a uno sobre la democracia o lo aprendido sobre políticas públicas.

De ahí nos dirigimos a Puente de Urrutia, una mezcla de producción real chinampera -personal y tradicional- hasta llegar al lago de la zona núcleo del área protegida de la zona lacustre xochimilca. Impresionan los contrastes entre la belleza natural y agropecuaria ancestral con el desorden que una mancha urbana innecesaria ha opacado tal vez el ecosistema antropogénico más hermoso del mundo. Al fondo el Iztaccíhuatl con sus glaciares de invierno, que cada año retroceden a consecuencia del cambio climático, se mostró un par de horas entre las eternas nubes de la tarde para recordarnos que el río Ameca ya no abastece a Xochimilco y Tláhuac. Son las aguas grises de Iztapalapa y remanentes ribereños lo que está en mis fotos.

El lodo huele a descarga residual. A pesar de ello, patos, pelícanos y garzas anidan a metros de la pequeña brecha que nos introdujo. Eso es el Distrito XXXVI local, que llevará un diputado a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, para defender y promover regulaciones y leyes que salvaguarden este paraíso insular urbano... o ignorarlo. No hay electores pues la mayor parte del territorio son lagos, canales, chinampas y zonas de cultivo, pero tampoco hay mítines masivos de acarreados de los que ya se proclaman ganadores. Inevitable el sentimiento de impotencia al mismo tiempo que uno se asombra de lo que aún, un solo día, puede asombrar a un capitalino de su propia ciudad. Antes de los mexicas, antes de los tecpanecas, ahí estaban ya los de San Gregorio Atlapulco y San Luis Tlaxialtemalco. El reloj corre...




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