Muchos de los productores de San Gregorio Atlapulco
enfrentan un escenario económico adverso y tal vez irracional –económicamente- en
la venta, colocación y distribución de sus hortalizas chinamperas. Durante casi
mil años la producción chinampera de la zona lacustre xochimilca fue más que
suficiente y la mejor opción para abastecer al Valle de México de hortalizas y
otros productos agropecuarios, hoy en día, a pesar de la sobrepoblación del
valle, la producción agrícola del Distrito Federal (Cuajimalpa, Magdalena
Contreras, Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta), con un buen arreglo
logístico de alta productividad, buena distribución y bajo impacto ambiental,
sería suficiente para los más de 8 millones de capitalinos e incluso para
varios millones más de las periferias metropolitanas.
Sin embargo, la falta de políticas públicas acertadas en la
materia así como subsidios regresivos en materia agrícola a nivel nacional
aunados a malos gobiernos locales y corrupción en los diversos centros de
comercialización y distribución han mermado considerablemente la economía
agropecuaria interna del Valle de México. Esta merma ha traído graves impactos
ambientales pues se han perdido zonas de cultivo del ecosistema chinampero que
han cedido al crecimiento urbano desordenad al mismo tiempo que los cinturones
forestales de amortiguamiento se transforman en asentamientos irregulares de
alto riesgo. Por otro lado, el sistema hidráulico natural, que también ha sido distorsionado
por una falta de visión integral y de largo plazo, ha provocado un estrés
hídrico preocupante en todo el Valle de México; por un lado escasez y por otro
inundaciones. Sumado a esto, el fenómeno antropogénico del cambio climático
pone en riesgo la habitabilidad a mediano y largo plazo de la capital mexicana.
Se requieren políticas integrales y bien estudiadas. La
corrupción en los programas de apoyo y subsidios al campo capitalino así como
los asentamientos sistemáticos producto del corporativismo político sí tienen
solución. La vivienda sustentable, el transporte ordenado, la protección y
manutención del ecosistema chinampero no están peleados. Debemos entender la
correa de transmisión económica que haga rentable a la producción local
mediante las políticas y apoyos bien focalizados.