martes, 15 de julio de 2014

Muchos de los productores de San Gregorio Atlapulco enfrentan un escenario económico adverso y tal vez irracional –económicamente- en la venta, colocación y distribución de sus hortalizas chinamperas. Durante casi mil años la producción chinampera de la zona lacustre xochimilca fue más que suficiente y la mejor opción para abastecer al Valle de México de hortalizas y otros productos agropecuarios, hoy en día, a pesar de la sobrepoblación del valle, la producción agrícola del Distrito Federal (Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta), con un buen arreglo logístico de alta productividad, buena distribución y bajo impacto ambiental, sería suficiente para los más de 8 millones de capitalinos e incluso para varios millones más de las periferias metropolitanas.

Sin embargo, la falta de políticas públicas acertadas en la materia así como subsidios regresivos en materia agrícola a nivel nacional aunados a malos gobiernos locales y corrupción en los diversos centros de comercialización y distribución han mermado considerablemente la economía agropecuaria interna del Valle de México. Esta merma ha traído graves impactos ambientales pues se han perdido zonas de cultivo del ecosistema chinampero que han cedido al crecimiento urbano desordenad al mismo tiempo que los cinturones forestales de amortiguamiento se transforman en asentamientos irregulares de alto riesgo. Por otro lado, el sistema hidráulico natural, que también ha sido distorsionado por una falta de visión integral y de largo plazo, ha provocado un estrés hídrico preocupante en todo el Valle de México; por un lado escasez y por otro inundaciones. Sumado a esto, el fenómeno antropogénico del cambio climático pone en riesgo la habitabilidad a mediano y largo plazo de la capital mexicana.


Se requieren políticas integrales y bien estudiadas. La corrupción en los programas de apoyo y subsidios al campo capitalino así como los asentamientos sistemáticos producto del corporativismo político sí tienen solución. La vivienda sustentable, el transporte ordenado, la protección y manutención del ecosistema chinampero no están peleados. Debemos entender la correa de transmisión económica que haga rentable a la producción local mediante las políticas y apoyos bien focalizados.

martes, 8 de julio de 2014

Agua en Xochimilco

A pesar de las lluvias constantes en el Valle de México, los niveles de los canales y lagunas en Xochimilco y Tláhuac descienden. Esto es porque el Sistema de Aguas de la Ciudad de México ha utilizado a la cuenca xochimilca como engranes hidráulicos para abastecer al Valle de México. Es indispensable que se le devuelva agua limpia a la cuenca del sur de la ciudad, de la que produce y la que recibe, no solo por cuestiones de viabilidad ambiental sino por la relación cultural histórica que tienen los xochimilcas con un entorno en proceso de extinción.

Todo es posible presupuestal y políticamente: colectores marginales, recuperación de ríos y cuencas, recuperación de la producción agrícola, reforestación, programas de reordenamiento urbano, de espacio público, de vigilancia y turismo. Solo se requiere determinación y coordinación. No solo de la delegación, del Gobierno del Distrito Federal o del Gobierno Federal, se requiere de la intensa y constante participación de la sociedad civil organizada y del sector privado.